La relación entre las dos principales potencias del mundo se ha decaído cada vez más a partir de la fuerte guerra comercial sobre la subida mutua de aranceles como ya lo sabemos, y no hay indicios de que este problema pueda tener pronta solución.
El pasado Jueves, Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, mencionó en un discurso en el Hudson Institute, no solo reiteró las alegaciones contra China de interferir en la democracia estadounidense, lanzadas por su presidente Donald Trump la semana pasada en Naciones Unidas, si no también mencionó una serie de ofensas de todo tipo contra China, motivo por el cual China se molestó acusando a Washington de infamar contra el gobierno chino.
China, planea el robo a gran escala de tecnología estadounidense, y busca “un presidente estadounidense diferente al actual”.
Por otro lado, Mike Pence “ha lanzado acusaciones sin ninguna base contra la política interna y exterior de China y la ha acusado al asegurar que China interfiere en los asuntos internos y las elecciones de Estados Unidos. Esto no es nada más que hablar de oídas, confundir lo correcto con lo erróneo e inventarse algo de la nada”, ha asegurado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying. “Es muy ridículo que Estados Unidos estigmatice sus intercambios y su cooperación normal con China como una injerencia china en sus asuntos internos”